Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo: legado y tradición para el Ecuador
Baltazar Ushca, conocido como el último hielero del Chimborazo, es una figura emblemática en la historia de Ecuador. Su trabajo, que consistía en recolectar hielo de las laderas del volcán Chimborazo, representa una tradición ancestral de los Andes que ha perdurado durante siglos. Ushca no solo mantenía viva esta costumbre, sino que su vida misma se convirtió en un símbolo de la resistencia cultural y la conexión profunda con el medio ambiente.
Una vida dedicada al Chimborazo
Baltazar Ushca nació en 1943 en las faldas del Chimborazo, en la provincia del mismo nombre. Desde muy joven, comenzó a aprender el oficio de hielero, una práctica que heredó de sus ancestros. Durante más de cinco décadas, subía tres veces por semana hasta las altas cumbres del Chimborazo, enfrentando condiciones climáticas extremas para recolectar hielo, el cual vendía en los mercados locales de Riobamba y otras comunidades cercanas.
La recolección de hielo no solo era su medio de vida, sino una manifestación cultural profunda. Este hielo, conocido como «hielo de la montaña», era valorado por sus propiedades medicinales y su pureza, siendo utilizado en rituales indígenas y para consumo diario. Ushca, acompañado de su burro, realizaba esta labor en solitario después de que otros hieleros abandonaran la práctica debido a la llegada de nuevas tecnologías y el deshielo de los glaciares.
Reconocimientos y galardones
A lo largo de su vida, Baltazar Ushca fue reconocido no solo por su trabajo, sino por su empeño en preservar una tradición que corría el riesgo de desaparecer. En 2017, el Ministerio de Educación de Ecuador le otorgó un Doctorado Honoris Causa, destacando su contribución a la cultura indígena ecuatoriana y su incansable labor de preservar el legado de los hieleros del Chimborazo. Este reconocimiento fue un homenaje a su dedicación y al rol que desempeñó como guardián de conocimientos ancestrales.
El Documental ‘El Último Hielero’
La historia de Baltazar Ushca se volvió aún más conocida gracias al documental «El Último Hielero» (2012), dirigido por Sandy Patch. Este trabajo cinematográfico capturó la vida cotidiana de Ushca y su relación íntima con el volcán Chimborazo. El documental se presentó en varios festivales de cine a nivel internacional, incluidos el Maysles Documentary Center en Nueva York y el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA). La película despertó interés global por las tradiciones indígenas y ayudó a dar visibilidad a la lucha de Ushca por mantener vivas sus costumbres en una era de modernización.
Fallecimiento de Baltazar Ushca y su legado
Baltazar Ushca falleció el 11 de octubre de 2024 a los 80 años, tras sufrir un accidente en su hogar en Guano, Chimborazo, cuando fue derribado por un toro mientras realizaba tareas cotidianas. Su muerte fue un golpe para la comunidad y el país, que lo veía como un símbolo de resistencia cultural y una figura clave en la preservación de las tradiciones indígenas.
Diversas instituciones y comunidades indígenas en Ecuador lamentaron profundamente su partida. El Municipio de Guano declaró tres días de luto en su honor, y se organizaron actos conmemorativos para celebrar su vida y su legado. Además, su historia sigue siendo parte de los programas educativos en la región, con el objetivo de inspirar a las nuevas generaciones a valorar sus raíces culturales y las tradiciones ancestrales.
Impacto Cultural de Baltazar Ushca
La vida de Baltazar Ushca es un testimonio de la lucha por preservar las costumbres frente a la modernización. En un mundo donde las prácticas tradicionales tienden a desaparecer, su dedicación al oficio de hielero representa una resistencia cultural que trasciende fronteras. Ushca enseñó a su comunidad la importancia de respetar y preservar el medio ambiente, y de honrar las prácticas que han sido transmitidas de generación en generación.
A través de su trabajo y de su vida, Ushca dejó una profunda huella en la historia cultural de Ecuador. Hoy en día, su legado sigue vivo en los corazones de aquellos que valoran las tradiciones indígenas y en los jóvenes que encuentran en él una fuente de inspiración para mantener sus costumbres vivas.
En el año 2010, el presidente Rafael Correa entregó a Baltazar Ushca un reconocimiento especial. Durante una ceremonia oficial, Correa destacó la importancia de Ushca como un símbolo de la resistencia cultural y del trabajo duro en los Andes. Este reconocimiento subrayó su esfuerzo por preservar una tradición ancestral, la recolección de hielo del Chimborazo, que representaba la conexión de los pueblos indígenas con la naturaleza y su identidad cultural.
El presidente Correa lo llamó un verdadero héroe nacional por mantener vivas las costumbres de su pueblo y resaltó el valor de su trabajo frente a los cambios de la modernidad.
El Último Hielero y la Identidad Indígena en Ecuador
La obra de Baltazar Ushca ha sido fundamental para la preservación de la identidad indígena en Ecuador. Su historia ha resonado en todo el mundo, no solo como un recordatorio de la importancia de las tradiciones culturales, sino también como un llamado a la acción para protegerlas. A través de su vida, Baltazar mostró que las prácticas ancestrales no solo son parte del pasado, sino que pueden seguir siendo una fuente de identidad y orgullo para las futuras generaciones.
El legado de Baltazar Ushca permanecerá como un símbolo de perseverancia y conexión con la tierra. Su historia nos recuerda la importancia de proteger nuestras raíces y continuar transmitiendo los valores culturales que definen la esencia de nuestras comunidades.
¿Qué es el oficio hielero en el Chimborazo?
El oficio de hielero en el Chimborazo es una práctica ancestral con profundas raíces en la cultura andina. Este contexto histórico ha sido fundamental para comprender la importancia de esta labor a lo largo del tiempo.
La tradición de recolectar hielo en los Andes data de tiempos precolombinos, cuando las comunidades indígenas utilizaban el hielo como un recurso valioso. Este hielo, que se formaba en las altas laderas del Chimborazo, era fundamental para la conservación de alimentos y la elaboración de bebidas. La técnica de extracción de hielo era un conocimiento transmitido de generación en generación, incorporando rituales y prácticas que resaltaban la conexión entre los pueblos indígenas y su entorno natural.
Importancia cultural del hielo del Chimborazo
El hielo del Chimborazo no solo era un recurso físico, sino que también representaba un elemento cultural significativo. Era considerado puro y de alta calidad, lo que lo hacía indispensable en la elaboración de bebidas tradicionales. Esta práctica fortalecía la identidad cultural de las comunidades cercanas, ya que el hielo se utilizaba en festividades y ceremonias, simbolizando la conexión con la montaña sagrada. Con el tiempo, el oficio del hielero se transformó en un elemento de orgullo local, integrando la herencia ancestral en la vida cotidiana.
Cambios en la tradición con la llegada de la modernidad
Con el avance de la tecnología y la expansión de la refrigeración, la demanda de hielo natural comenzó a disminuir. Las nuevas formas de conservación de alimentos y bebidas transformaron el mercado, haciendo que el oficio del hielero enfrentara numerosos desafíos. A pesar de estos cambios, los hieleros, como Baltazar Ushca, han luchado por mantener viva esta tradición. Su labor se ha convertido en un testimonio de resistencia cultural, adaptándose a la modernidad mientras preservan el conocimiento ancestral. Este choque entre tradición y modernidad ha destacado la relevancia de sus prácticas, impulsando un interés renovado en la preservación de tradiciones indígenas en Ecuador.